103
CÁLAMO / Revista de Estudios Jurídicos. Quito - Ecuador. Núm. 20 (Enero, 2024): 98-119
ISSN Impreso 1390-8863 ISSN Digital 2737-6133
Viviana Morales Naranjo
Cálamo 20
Enero 2024
arte ecuatoriano [...]. Los salvajes casi no tienen artes,
o las tienen rudimentarias” (Carrera 2021, 15). Esta
armación colonialista evidencia un rechazo al nivel
cultural de los artistas ecuatorianos por considerarlos
artísticamente salvajes. De hecho, en 1873, Juan León
Mera publicó el poema “El genio de los Andes. Canto a
los ilustres viajeros MM W. Reiss y A. Stubel, con moti-
vo de su ascensión al Cotopaxi y al Tungurahua”, donde
el poeta hizo alusión a la derrota de la naturaleza frente
a la llegada de los cientícos europeos a Ecuador.
La llegada del periodo romántico a Ecuador ocurrió
en 1870, a partir de la visita cientíca del geólogo y
vulcanólogo Alphons Stübel y del naturalista Wilhelm
Reiss. Motivados por las investigaciones previas de
Humboldt, los dos alemanes tenían como objetivo ini-
ciar una expedición por los Andes ecuatorianos, para lo
cual estaban en la búsqueda de un ilustrador de paisajes
que los acompañe en su travesía y reproduzca la natu-
raleza ecuatoriana, principalmente, los volcanes. Por
intermedio del presidente de la época, Gabriel García
Moreno, los cientícos contrataron al pintor ibarreño
Rafael Troya para que los acompañe en su viaje que
duró cuatro años, desde 1970 hasta 1974 (Puig 2018).
No se puede perder de vista que, durante su expedición,
Stubel y Reiss ejercieron prácticas colonialistas abusivas
apoyadas por el gobierno de turno
9
. De hecho, al tiempo
que García Moreno apoyaba la consolidación del arte y
la ciencia
10
en Ecuador, también promovió la creación
de normas discriminatorias
11
. El progreso de Ecuador
fue el fundamento ideológico de la geopolítica colonia-
lista de la época. Cabe aclarar que Stubel no buscaba
un retratista de la pintura romántica, sino de la pintura
cientíca descriptiva que represente elmente el aire, el
agua, los peñascos, los árboles y, por supuesto, los volca-
nes. Stubel y Reiss tenían el espíritu de reconstrucción,
progreso y exploración, muy propios de la Alemania
de la segunda mitad del siglo XVIII (Kennedy-Troya
1998). Stubel recuerda su experiencia con Troya:
9 Los alemanes ascendieron a las cumbres nevadas con la ayuda de guías y peones cargadores; la insubordinación era castigada con azotes o el conna-
miento de tres días, y el revólver era el arma para mantener controlada a la gente (Kennedy-Troya 1999).
10 Durante la presidencia de García Moreno, Teodoro Wolf (botánico alemán) organizó la primera expedición cientíca ecuatoriana a las islas Galápagos
(Bustamante 2016, 2010).
11 García Moreno expidió la Constitución de 1869, conocida como la Carta Negra, que señalaba que, entre otras cosas, para ser ecuatoriano era necesario
tener 21 años, saber leer y escribir y, como condición sine qua non, practicar la religión católica.
12 La visita de Stübel fue un hecho público, directamente publicitado por el presidente García Moreno. Las “cartas en las que Reiss y Stübel describían
sus hazañas al presidente fueron publicadas en el periódico ocial, inspirando así a una amplia audiencia que se contagió de este optimismo”. Ver: “La
Escuela del Río Hudson: el primer movimiento artístico estadounidense”, artículo publicado por Regina Sienra el 1 de febrero de 2021 en la página My
Modern Met. Acceso el 30 de agosto de 2023. https://mymodernmet.com/es/escuela-rio-hudson/
Al principio lo dejé comenzar copiando algunos
de mis bosquejos a color y luego le permití prepa-
rarlos cromáticamente según el dictado directo
de la naturaleza. Después de pocos intentos bastó
para que despertara en él el entendimiento de la
naturaleza, un buen ojo y la capacidad para co-
piar la perspectiva y el color apoyaban su técnica
y entrenado pincel. (Kennedy-Troya 1999, 34)
La relación entre ciencia y arte es innegable en este
periodo. La botánica, la vulcanología y la zoología
recurrieron a la ilustración cientíca para representar
y generar conocimiento, al tiempo que la pintura ro-
mántica “buscaba expresar una serie de sentimientos
profundos, nobles y del drama de enfrentarse al univer-
so” (Fernández 2017, 54). De hecho, hay que recordar
que, durante su estancia en Ecuador, Stubel estuvo en
contacto y contó con el apoyo del presidente García
Moreno, quien buscaba la industrialización del país
recurriendo a varias estrategias, como el arte, a través
de la cual se buscó fortalecer la identidad nacional por
medio del conocimiento y apropiación de los paisajes
ecuatorianos
12
. Así, García Moreno buscaba consolidar
un arte al servicio de su proyecto político moderniza-
dor. Al tiempo que se visibilizaba la grandeza de los
volcanes, ríos y bosques ecuatorianos, García Moreno
apoyó a las órdenes religiosas, como los jesuitas, para
evangelizar a las poblaciones indígenas de la Amazonía
y ‘civilizar’ estos territorios (Kennedy-Troya 1999). A
diferencia de los nes que perseguía el arte promovido
por García Moreno, el romanticismo era crítico de la
idea de progreso:
Los románticos también son críticos de la tec-
nología y la urbanización. El Romanticismo está
evidentemente ligado a la nostalgia, la rebeldía,
la inconformidad, la crítica y el sentimiento de
incomprensión de quienes se muestran más sen-
sibles hacia la belleza y la sabiduría, rehuyendo