Facultad de Derecho
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CÁLAMO / Revista de Estudios Jurídicos. Quito - Ecuador. Núm. 2 (Diciembre, 2014): 47-56
do ambas actualizaciones de la condición humana,
la primera de la natalidad
17
y la segunda de la plura-
lidad.
Su relación es necesaria, pues “la acción muda
no sería acción pues no habría agente, y el agente, el
hacedor de actos, no es posible sino siendo al mismo
tiempo decidor de palabras”
18
(Arendt 2006, 235). Al
producir lo nuevo en el mundo, la acción es la ac-
tualización de la natalidad y por ello es imprevisible.
Es la puerta de apertura hacia la multiplicidad de lo
posible. Sobre esto, Abensour arma que “la condi-
ción de natalidad, es la manifestación de la naturaleza
originaria del hombre, evitando volver el origen hacia
el pasado para reducirlo a él, sino más bien dándole la
tarea de iluminar el advenimiento inaugural, la aper-
tura de una innitud de posibles susceptibles de hacer
surgir lo nuevo en el mundo”
19
(Abensour 2006,124).
Cada nacimiento -de un individuo- es un nuevo
inicio, una apertura hacia posibles que no pueden ser
denidos con anticipación, que son imprevisibles.
Browen-Moore, citado por Abensour, sostiene que
“la capacidad de comenzar que el nacimiento de un
niño introduce en el mundo pertenece a la estructura
esencial del hombre de tal manera que su determina-
ción dene la potencialidad del hombre para el ini-
ciar”
20
(Abensour 2006,125). En este sentido Miguel
Abensour nos invita a reconocer la originalidad del
concepto de natalidad en Arendt al ser movilizado
como la condición de posibilidad de la acción políti-
ca
21
(Abensour 2006,129).
Así pues, la natalidad al estar inscrita en el mun-
do, en el espacio entre los hombres, es inmediata-
mente política. La llegada al mundo es en sí misma
una puesta en relación con los otros y este comenzar
se da en tanto acción de introducción de lo nuevo
22
(Abensour 2006,135).
La vida de los individuos se diferencia de aque-
lla de los animales y de los otros seres vivos por su
pertenencia al mundo. No se trata de entender el
nacimiento y la muerte solamente como fenómenos
naturales sino de comprender su apego al mundo. El
individuo nace y muere en un mundo que por su du-
ración lo preexiste y lo prosigue.
Por lo tanto, es porque el nacimiento y la muerte
del hombre se inscriben dentro del mundo y su du-
ración que podemos distinguirnos de las existencias
cíclicas del resto de especies y de esta manera postu-
lar la diferencia entre zoé y bios.
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Podemos aprovechar para extender esta reexión
de la vida del hombre entendida como bios, en su
relación con la acción; ya que, si entendemos a ésta
como praxis, podemos seguir a Aristóteles en el pen-
samiento de Arendt y armar que en la praxis, el
agente es aquel que actúa y que ha actuado. Por esta
razón, “la praxis despliega una temporalidad que co-
rresponde por excelencia a la existencia, temporalidad
propia del bios en tanto bios politikos. Por lo que (…)
existir no es producir sino actuar”
24
(Tassin 1999, 293)
17. Según Abensour, Arendt opera una revolución copernicana “que en vez de hacer girar a los hombres alrededor de la muerte, los hace gravitar alrededor del
carácter divino del nacimiento, de tal manera que la ley de la mortalidad, de la que no se podría negar la realidad, quede subordinada a la ley de la natalidad”
(Abensour 2006,124).
“au lieu de faire tourner les hommes autour de la mort, les fait désormais graviter désormais autour du « caractère divin » de la naissance, de telle façon que la loi
de la mortalité dont elle ne saurait nier la réalité soit désormais subordonnée à la loi de la natalité”.
18. “L’action muette ne serait plus action parce qu’il n’y aurait pas d’acteur, et l’acteur, le faiseur d’actes, n’est possible que s’il est en même temps diseur de paroles”
19. “La condition de natalité, est-elle la manifestation de la nature originaire de l’homme, en se gardant bien de tourner l’origine vers le passé pour l’y réduire, mais en
lui donnant pour tâche de mettre en lumière l’avènement inaugural, l’ouverture d’une innité de possibles susceptibles de faire surgir du nouveau dans le monde”
20. “La capacité de commencer que la naissance d’un enfant introduit dans le monde appartient à la structure essentielle de l’homme de telle façon que sa détermina-
tion dénit la potentialité de l’homme pour le commencement» Bowen-Moore.1989. Hannah Arendt’s philosophy of natality. Estados Unidos: St Martin’s Press.
21. “Ni plus ni moins la condition de possibilité […], de l’action politique”.
22. “Aparecemos entre los hombres en tanto recién llegados, y esta aparición misma, este surgir de la novedad, nos designa y posiciona como seres susceptibles
de comenzar, de introducir lo nuevo en el mundo. El nacimiento, evento en sí mismo, implica eventos futuros”. (Abensour 2006,135).
“Nous apparaissons parmi les autres hommes en tant que nouveaux venus, et cette apparition même, ce surgissement de la nouveauté, nous désignent et nous
posent en êtres susceptibles de commencer, d’introduire du nouveau dans le monde. La naissance, elle-même événement, est grosse d’événements futurs”.
23. “Así colocada en el mundo, la vida cesa de obedecer a un movimeinto cílico natural y se vuelve vida especícamente humana, bios en vez de zoé, vida marcada de
eventos múltiples de la cual podemos hacer el relato y cuya narración produce una biografía, una identidad biográca ” (Abensour 2006,128).
“Ainsi arrimée au monde, la vie cesse d’obéir à un mouvement cyclique naturel et devient vie spéciquement humaine, bios au lieu de zoé, vie marquée d’événe-
ments multiples dont on peut faire le récit et dont la narration produit une biographie, une identité biographique”.
24. “La praxis déploie une temporalité qui convient par excellence à l’existence, temporalité propre du bios en tant que bios politikos. C’est pourquoi (…) exister n’est
jamais produire mais agir”.