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EL JUEGO DE LA MIGRA ¿UN JUEGO DE WAMBRAS NO MÁS?  
THE MIGRATIO GAME. JUST A WAMBRA’S PASSTIME?  
O JOGO DA MIGRA ¿UM JOGO DE WAMBRAS NO MÁS?  
Carlos Leonardo Minchala*  
Fundación La Salle de Ciencias Naturales – Venezuela  
Recibido: 03/04/2016  
Aceptado: 12/06/2016  
Resumen:  
Al sur del Ecuador, en un barrio de la Provincia de Cañar,  
se ha oficializado entre los niños y niñas el juego de la migra.  
Entre ellos/as ya es muy común que al terminar el día se re-  
únan de forma espontánea en la cancha del barrio Jerez Cal-  
chur, lugar en el que se realizó la investigación, para realizar  
dicho juego,. La particularidad de este artículo es que son  
niños/as quienes recrean lúdicamente las prácticas migrato-  
rias que han vivenciado sus familiares o vecinos, las cuales  
han tenido como destino predominante a Estados Unidos.  
Es así como se busca analizar el modo en que se manifiesta  
por medio del juego de la migra la construcción del habitus,  
y, a la vez, cómo se representan los imaginarios sociales so-  
bre la migración irregular, fenómeno que ha atravesado las  
subjetividades de gran parte de la población de la Provincia  
de Cañar.  
us, through the analisis of the “migration game” it will be  
possible to demonstrate the construction of habitus and at  
the same time how the social imaginaries are represented in  
regards to irregular migration, due to the fact that it is the  
way in which the children of the community have chosen  
to react to the migration phenomenon which has affected  
most of the subjectivities of the province of Cañar.  
Key words: Migration; Childhood; Social imaginary facts;  
Subjectivities; Game; Habitus.  
Resumo:  
Ao Sul do Equador,num bairro do Estado de Cañar, se ofi-  
cializou entre os meninos e meninas um jogo, o jogo da mi-  
gra. Entre eles (as) já é muito comum que ao terminar o dia  
se reunam de forma espontânea na quadra do bairro Jerez  
Calchur para realizar este jogo, lugar onde se realizou a pes-  
quisa. A particularidade deste artigo é que sao meninos/as  
quem recriam por meio do jogo as práticas imigratórias que  
vivenciaram seus familiares ou vizinhos, as mesmas que ti-  
veram como destino predominante Estados Unidos. É assim  
como se busca analisar como se manifesta por meio do jogo  
da migra a construção do habitus, e tambémcomo se repre-  
sentam os imaginários sociais sobre a imigração irregular,  
fenômeno que tem atravessado as subjetividades de grande  
parte da população do Estado de Cañar.  
Palabras clave: Migración; Infancia; Imaginarios sociales;  
Subjetividades; Juego; Habitus.  
Summary:  
e “migration game” has become popular among children  
of Jerez Calchur, a neighborhood located in Cañar, a  
province in the south of Ecuador. At the end of the day  
they get together spontaneously in a playground to play  
this game. is article will proceed to analyze the way in  
which children amuse themselves by playing this game and  
how this is a portrayal of the migratory traditions that their  
relatives or neighbors have experienced, mainly those related  
to reaching the United States as a country of destination.  
Palavras chaves: Imigração; Infância; Imaginários sociais;  
Subjetividades; Jogo; Habitus.  
*
Coordinador Nacional de Servicio Comunitario en Fundación La Salle de Ciencias Naturales (Venezuela). Obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Edu-  
cación en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, realizó estudios sobre Currículum en FLACSO-Argentina. Entre sus líneas de investigación  
están los temas relacionados con migración, juventudes y educación. E-mail: clminchala@gmail.com  
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INTRODUCCIÓN  
El presente trabajo es un análisis de las vivencias  
subjetivas infantiles en contextos marcados profunda-  
sión de las dos categorías. Es así que se busca supe-  
rar la idea de juego como sinónimo de diversión, para  
comprenderlo como una representación social y cul-  
tural. Para esto nos remitimos a la teorización sobre el  
juego que hace Johan Huizinga en Homo Ludens. Otro  
giro que se busca hacer es el de la comprensión de los  
niños como sujetos pasivos, en estado de protección,  
para entenderlos como sujetos activos dentro de la di-  
námica social.  
1
mente por prácticas migratorias. En este artículo se  
entiende por vivencias subjetivas infantiles a las prác-  
ticas cotidianas realizadas por niños/as. En este caso  
se trata de un juego al cual los sujetos que lo practi-  
can le han denominado el juego de la migra, en el cual  
un grupo de niños/as representan las experiencias de  
los sujetos que son sometidos a un proceso de migra-  
ción forzada e irregular. Dicho juego es practicado de  
forma cotidiana por los niños/as del Barrio Jerez Cal-  
chur ubicado en la Parroquia Biblián de la Provincia  
de Cañar. El fenómeno migratorio ha marcado a esta  
población a tal punto que los sujetos desde su infancia  
juegan con ser migrantes.  
Siguiendo con la idea anterior, el juego de la migra es  
entendido por las personas adultas como “un juego  
2
de wambras no más”, expresión que, al menos, evi-  
dencia dos cosas: la escasa relevancia que se da a esta  
práctica por el hecho de tratarse de un juego, y, aún,  
la menor importancia que cobra debido a que quienes  
lo practican son niños/as. Es por eso que este ensayo  
cobra importancia, justamente porque revertimos esa  
subordinación y asumimos a los niños como sujetos  
activos dentro de la dinámica social y al juego como  
una forma de representación social y cultural de un  
determinado conglomerado social.  
Este análisis sobre el juego de la migra se realiza desde  
la mirada de “los que se quedan”, es decir; se trata so-  
bre los sujetos que permanecen en el lugar de origen y  
que tienen familiares que han migrado de forma pre-  
dominante hacia Estados Unidos. Planteando el análi-  
sis desde la mirada de los que se quedan, se considera  
pertinente abordar las siguientes interrogantes: ¿qué  
sucede con los sujetos que se quedan en su lugar de  
origen mientras sus familiares o vecinos migran?; ¿los  
que se quedan también son parte del proyecto migra-  
torio?; ¿cómo se transforman las subjetividades al ver-  
se atravesados por el fenómeno migratorio?  
El concepto de habitus de Bourdieu nos permitirá  
comprender que los wambras son sujetos que están  
atravesados por las estructuras sociales de un contex-  
to de migración. En este sentido, quienes practican el  
juego de la migra exteriorizan lo que han interiorizado  
de la estructura social migratoria siendo esta una for-  
ma de recrear la realidad. Es así como en este artículo  
sobre migración se considera el juego de la migra como  
base para analizar los imaginarios sociales y las formas  
de recrear los procesos migratorios irregulares que se  
realizan hacia Estados Unidos.  
Al tratarse de un “juego de niños” nos encontramos  
ante dos categorías: juego e infancia, que socialmente  
han sido subordinadas y poco tomadas en cuenta den-  
tro de la dinámica social. En ese sentido este trabajo  
es una oportunidad para hacer un giro en la compren-  
JEREZ CALCHUR: UN BARRIO MARCADO POR LA MIGRACIÓN  
Jerez Calchur es una barrio ubicado a tres kilóme-  
tros de la Parroquia Biblián en la Provincia de Cañar,  
en Ecuador. Es un barrio, al igual que muchos otros  
de esta provincia, que está marcado fuertemente por  
el fenómeno migratorio hacia Estados Unidos como  
3
lugar predominante. La mayoría de los habitantes han  
1
Este artículo nace a partir de la experiencia de vivenciar El juego de la migra en enero del 2015 en un barrio de la Parroquia Biblián. A partir de dicha  
experiencia se registraron los datos y la información de lo que se observaba en el juego. Para profundizar aquello se procedió a realizar entrevistas se-  
miestructuradas. La inserción en aquel barrio no fue con fines investigativos sino de apoyo en el área de educación. Sin embargo, hoy se remonta dicha  
información para elaborar el presente artículo.  
2
3
Palabra kichwa que en español significa: joven, adolescente, muchacho (Goldáraz 2011).  
“En la actualidad, Cañar es el segundo cantón con mayor incidencia migratoria del Ecuador y una de las zonas del país con más población indígena.  
Según el último Censo realizado en Ecuador (INEC 2010), en Cañar el 39% de la población se reconoce indígena, y el 48% de los hogares indígenas  
declaran tener algún miembro de la familia viviendo fuera del país” (Vásquez 2014, 3).  
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realizado el proceso migratorio de forma irregular, es  
decir; mediados por un coyotero o como la gente del  
barrio lo indica: “se han ido por el camino”, lo cual  
implica viajar vía área o marítima hasta algún país de  
Centroamérica y desde ahí caminar y cruzar la fronte-  
ra México-Estados Unidos de forma ilegal. Se han ido  
de su lugar de origen con la ilusión de hacer realidad la  
promesa del sueño americano (Lantzy 2012).  
particularmente en la región sur del Ecuador, y la se-  
gunda época de fuerte oleaje migratorio se atribuye a  
la crisis económica que sufrió el país en 1998 (Herrera,  
Carrillo y Torres 2005, 33-41).  
Las provincias de Cañar y Azuay son sititos de flujos  
migratorios a Estados Unidos en gran escala, especial-  
mente al área metropolitana de Nueva York:  
Analizando el proceso migratorio desde la perspectiva  
de los que se quedan se pretende develar las transfor-  
maciones subjetivas que se han generado en los suje-  
tos (niños/as) del Barrio Jerez Calchur. De esta forma  
se rompe con la lógica de que el sujeto del proceso  
migratorio es únicamente el que realiza el viaje y nos  
permite entender que tanto los que se van como los  
que se quedan son parte del proyecto migratorio. Sin  
embargo muchos de los estudios sobre emigraciones  
han centrado sus análisis en los sujetos que ejecutan el  
viaje como tal.  
La emigración desde esta región empe-  
zó gota a gota a finales de los años sesen-  
ta, pero despegó tan rápidamente en los  
ochenta, que los ecuatorianos pasaron del  
anonimato, a convertirse en una de las co-  
munidades inmigrantes más numerosas  
en el área metropolitana de Nueva York en  
una sola generación […] la mayoría de los  
migrantes de esta región ha utilizado a re-  
des de coyoteros para llegar a Estados Uni-  
dos. (Herrera, Carrillo y Torres 2005, 57)  
Para una mayor comprensión del proceso migratorio  
en esta localidad, es pertinente hacer una lectura de la  
historia migratoria de los sujetos de la Provincia del  
Cañar. Hay autores que dividen en dos épocas el proce-  
so migratorio de la población de la Provincia de Cañar  
hacia los Estados Unidos: la primera época correspon-  
de a la década de los sesenta y la segunda corresponde  
los noventa. La primera está relacionada con el declive  
del mercado de Panamá Hat, un sombrero producido  
En ese contexto, los sujetos en quienes se centra este  
estudio son niños/as que han sido testigos del proceso  
migratorio de varios de sus familiares, amigos o veci-  
nos. Tan fuerte es el impacto del fenómeno migrato-  
rio en este barrio, que a partir de dichas experiencias  
crean el juego de la migra, el cual practican únicamente  
en espacios propios del barrio (cancha barrial, sem-  
bríos) más no en otros espacios de socialización que  
no sea parte de su localidad.  
EL JUEGO COMO REPRESENTACIÓN SOCIAL Y CULTURAL  
Enesteensayo,paraaproximarnosconceptualmente  
a la categoría juego, tomamos como base la obra de  
Johan Huizinga, titulada Homo Ludens, en donde  
se problematiza el juego con la cultura superando  
enfoques biologicistas y psicologisistas que lo reducen  
a algo meramente fisiológico o como una reacción  
psíquica.  
descarga de un exceso de energía vital. Se-  
gún otros, el ser vivo obedece, cuando jue-  
ga, a un impulso congénito de imitación  
o satisface una necesidad de relajamiento.  
(Huizinga 2007, 12)  
Es así como se considera que el juego responde a una  
necesidad psicobiológica del ser humano, y tiene una  
intencionalidad definida: descargar el exceso de ener-  
gía, obedecer a un impulso congénito de imitación, sa-  
tisfacer una necesidad de relajamiento, ejercicio para  
adquirir dominio de sí mismo, satisfacción de deseos  
que no se pueden satisfacer en la vida real, es decir; el  
juego tiene una clara finalidad pscobiológica (Huizin-  
ga 2007,12-13).  
La psicología y la fisiología se esfuerzan  
por observar, describir y explicar el juego  
de los animales, de los niños y de los adul-  
tos. […] Los numerosos intentos por de-  
terminar esta función biológica del juego  
son muy divergentes. Se ha creído poder  
definir el origen y la base del juego como la  
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Como se evidencia, estas utilidades que se atribuyen  
al juego son explicaciones únicamente parciales sobre  
el mismo. En este sentido, Huizinga profundiza en su  
reflexión afirmando que: “ningún análisis biológico  
explica la intensidad del juego y, precisamente, en esa  
intensidad, en esa capacidad suya de hacer perder la  
cabeza, radica su esencia, lo primordial” (2007, 13).  
Ø
Cualquier juego puede absorber por completo,  
en cualquier momento, al jugador, es ahí cuan-  
do se rompe la dicotomía broma-serio. “El valor  
inferior del juego encuentra su límite en el valor  
superior de lo serio. El juego se cambia en cosa  
seria y lo serio en juego” (Huizinga 2007, 21).  
Ø
Ø
Cuando el juego termina este cobra estructura  
de forma cultural, ya que una vez que se ha ju-  
gado permanece en el recuerdo como creación,  
es transmitido y puede ser repetido en cualquier  
momento.  
Huizinga problematiza el juego con la cultura para su-  
perar la visión psicobiológica. Es así como se plantea al  
juego como un medio por el cual se manifiesta “el ca-  
rácter lúdico de la vida cultural” (Huizinga 2007, 13),  
por lo tanto no podemos entender el juego fuera de la  
cultura.  
Cada juego tiene sus reglas propias, determina lo  
que es válido dentro del mundo provisional que  
se ha creado. Frente a las reglas del juego no cabe  
ningún escepticismo, en cuanto se traspasan las  
reglas se deshace el mundo del juego.  
En este ensayo se entiende al juego “como una forma  
de actividad, como una forma llena de sentido y como  
función social. No busca los impulsos naturales que  
condicionarían […] el jugar, sino que considera el jue-  
go, como una estructura social” (Huizinga 2007, 15).  
En ese sentido el juego de la migra responde no solo a  
un deseo de diversión, o de liberar energía, sino es una  
forma de manifestar la vida cultural de la gente que  
está marcada por el fenómeno migratorio.  
El juego entendido como el carácter lúdico de la vida  
cultural y como estructura social, expresa la lucha por  
algo o la representación de algo. “La representación  
puede consistir tan solo en presentar a espectadores  
algo naturalmente dado” (Huizinga 2007, 28), o si se  
adjunta una variante a lo que se considera “natural-  
mente dado” esta cobra relevancia por ser una presen-  
tación que se escapa de la realidad habitual. En el caso  
del juego de la migra se representa el proceso migrato-  
rio que han realizado los familiares, amigos o vecinos  
de las persona que practican dicho juego, como vere-  
mos a continuación.  
Desde la perspectiva de este autor se pueden destacar  
algunas características del juego:  
Ø
Todo juego es, antes que nada, una actividad li-  
bre. El juego por mandato no es juego, se juega  
porque se encuentra gusto en aquello.  
EL JUEGO DE LA MIGRA: TIEMPOS, ESPACIOS, REGLAS Y ROLES  
Este juego ha llegado a formar parte de las prácticas  
práctica evidencia el poco interés que se tiene sobre los  
efectos que causa la migración en ellos. Incluso, exis-  
te el riesgo de naturalizar la migración en esta zona  
obviando los procesos sociohistóricos y las causas que  
han generado fuertes oleadas migratorias.  
sociales cotidianas de los niños/as del barrio Jerez  
Calchur. La intencionalidad explícita es reunirse con los  
amigos/as del barrio para divertirse como si lo hicieran  
con cualquier otro juego, y lo hacen al terminar el día  
en la cancha del barrio, en un ambiente comunitario  
e incluso de familiaridad. Hay algo que les cohesiona  
entre ellos: todos tienen a alguien que ha migrado, ya  
sea un familiar, amigo o vecino.  
En este trabajo evidenciamos que no es “un juego de  
wambras no más”, sino que es un medio por el cual se  
manifiestan los imaginarios sociales que los niños/as  
han construido sobre la migración.  
Para algunas personas, sobre todo adultas, el juego de  
la migra es “un juego de wambras no más”, es decir; no  
tiene importancia por tratarse justamente de un juego  
y menos aún por el hecho de que quienes lo practi-  
can son niños. El hecho de no darle importancia a esta  
Es un juego que muestra cómo los niños/as mitifican  
a Estados Unidos como el lugar de las oportunidades,  
el lugar en donde se pueden hacer realidad los sueños.  
En última instancia, evidencia cómo el proyecto de la  
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Modernidad disfrazado de sueño americano seduce  
con su idea de desarrollo y progreso, se muestra como  
un proyecto emancipador de la pobreza que ha sido  
generada por el mismo sistema.  
¿CUÁNDO Y HASTA QUÉ HORA SE JUEGA?  
No todo el tiempo se puede jugar a la migra. De  
preferencia tiene que ser en la tarde-noche, y en tiem-  
po de chacra, es decir; cuando los cultivos de maíz es-  
tán altos. Esto facilita esconderse de mejor forma, y no  
ser descubiertos con facilidad por parte de la policía  
migratoria. Cronológicamente no existe un tiempo de-  
finido estático hasta qué hora jugar. Juegan “hasta que  
dure la alegría” o “hasta que se cansen”. Sin embargo,  
como mínimo de tiempo puede durar aproximada-  
mente 30 minutos y alargarse hasta que el grupo de-  
cida o se sienta cansado, no existe un límite de tiempo  
establecido de duración del juego.  
LOS ESPACIOS EN EL JUEGO DE LA MIGRA  
El espacio en el que se realiza el juego siempre es  
el barrio, ya que tienen sentido de pertenencia hacia el  
mismo. En este sentido, los actores de este juego dicen  
que no juegan en otro espacio, como por ejemplo la  
escuela, porque: “ahí no éramos los mismos, y no sa-  
bían (los compañeros de la escuela) cómo jugar. Solo  
jugamos en el barrio con los primos, la familia (entre  
gente de confianza)” (Minchala 2015, Entrevista a un  
grupo de adolescentes en el barrio Jerez Calchur).  
pacios seleccionados arbitrariamente. Al describir es-  
tos espacios las personas que participan de este juego  
dicen que:  
La frontera son montañas desoladas, debe  
haber escondites con montes o alguna  
cosa. Estados Unidos es la cancha porque  
ahí ya hay casas, está la luz de las lámpa-  
ras. También hay la cárcel para cuando les  
atrapa la policía, la cárcel es en la casa co-  
munal, ahí se les encierra. (Minchala 2015,  
Entrevista a un grupo de adolescentes en el  
barrio Jerez Calchur)  
En la lógica del juego de la migra es necesario definir  
de forma explícita tres espacios: la frontera, Estados  
Unidos y la cárcel. Cada uno de estos espacios tienen  
sus características particulares, por lo tanto, no son es-  
LAS REGLAS DEL JUEGO  
Las reglas son muy importantes dentro del juego,  
ya que ayudan a cumplir el objeto de cruzar la frontera  
que divide México con Estados Unidos; son relativas  
al rol que cada integrante asume y al lugar en el que  
se encuentren dentro del proceso migratorio. A conti-  
nuación detallamos algunas.  
sembríos de maíz y árboles recolectando la mayor can-  
tidad de hojas que de forma simbólica representan el  
dinero. Cuando ya se tiene el dinero suficiente –esto  
implica para pagar al coyotero y provisiones para el  
camino– se emprende el viaje hacia Estados Unidos.  
El valor que se paga al coyotero es de diez mil dólares,  
y las provisiones para el camino pueden llegar hasta  
tres mil dólares. Estos valores son aproximaciones que  
se hacen dentro del juego. Los niños/as tienen noción  
de los valores económicos tanto para pagar al coyotero  
como para pagar una fianza en el camino en el caso  
de ser detenido por la policía. En una mesa de diálogo  
ellos manifiestan que conocen estos valores ya que han  
sido testigos de cómo sus familiares se han endeudado  
para poder migrar hacia Estados Unidos.  
Previo al viaje hay que conseguir dinero. Los niños/as  
que practican este juego tienen claridad que para rea-  
lizar el viaje es necesario contar con una cantidad de  
dinero, en el juego, ficticio. Considerando que el juego  
de la migra se practica en un contexto campesino, el  
dinero es representado con hojas de árboles.  
Todos los niños/as que en el juego asumirán el rol de  
migrantes, previo al viaje hacen un recorrido por los  
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También es importante mencionar las reglas para el  
momento en el que se cruza la frontera. Los niños/as  
en el juego tienen claro que si alguno de los que asu-  
men el rol de migrantes es atrapado por la policía, este  
no debe reírse, no debe moverse, ni siquiera se debe  
respirar fuerte, tampoco se puede mirar al policía, si  
esto sucede los migrantes son detenidos y llevados  
a un espacio que representa la cárcel. Si es que esto  
llegara a suceder, el proceso de liberación puede ser  
negociado con la policía, es ahí cuando se hace uso  
de las hojas de los árboles que representan el dinero.  
Estas sirven para pagar una fianza de próximamente  
mil dólares, o por el contrario pueden ser deportados  
a su lugar de origen, lo cual dentro del juego implica  
quedar fuera del mismo.  
“emocionante”. El hecho de correr, esconderse, el no  
dejarse descubrir para ellos significa luchar por termi-  
nar como ganador dentro del juego, lo cual significa  
luchar por hacer realidad el sueño americano.  
El juego termina cuando todos, o al menos la mayoría,  
hayan cruzado la frontera. Esto implica haber salido  
del lugar de la clandestinidad que en el juego está re-  
presentado por los sembríos de maíz sin iluminación  
(el juego se realiza en la noche), y llegar a la cancha  
del barrio que tiene iluminación, que es un lugar am-  
plio en donde se pueden desplazar sin mayor compli-  
cación ni temor. Al representar a Estados Unidos con  
la cancha iluminada y amplia, los niños/as evidencian  
el imaginario social que han construido sobre dicho  
lugar: para ellos Estados Unidos es el lugar de “las lu-  
ces”, es donde se pude vivir sin mayor complicación,  
en donde se pude hacer realidad el sueño de vivir me-  
jor, y ayudar a vivir mejor a quienes se quedan en su  
lugar de origen.  
Otro aspecto importante como regla dentro del juego  
es que si el coyotero anuncia la presencia de la policía,  
los migrantes deben esconderse. Para los niños/as que  
practican el juego de la migra este es el momento más  
LOS ROLES EN EL JUEGO DE LA MIGRA  
Los roles que se asumen en el juego de la migra  
básicamente representan a los actores sociales del  
proceso migratorio irregular: coyotero, migración  
yor complicación; al menos ese es el imaginario que se  
manifiesta dentro del juego. En este proceso de cruzar  
la frontera, el coyote es una persona clave, ya que es  
él quien conoce el camino, anuncia la presencia de la  
policía migratoria en la frontera, alerta a los migrantes  
si es que la policía migratoria les persigue. Todo esto se  
representa en el desarrollo del juego de la migra.  
(
policías) y migrantes, los que pueden ser asumidos  
voluntariamente o asignados por la persona que  
dirige el juego, quien, por lo general, es el/la mayor en  
edad dentro del grupo y posee actitudes de liderazgo.  
En primera instancia se asumen los roles de forma  
espontánea y libre, si no se llega a completar los roles  
necesarios para jugar se asigna a alguien el rol que  
hace falta.  
En el caso de que algún migrante sea atrapado por la  
policía, el coyote deberá “poner la cara” frente a mi-  
gración y pagar una fianza para la liberación de quien  
haya sido atrapado. Por esa razón quienes asumen el  
rol de migrantes depositan toda su confianza y espe-  
ranza en él.  
El coyote es la persona que media en el proceso mi-  
gratorio. Según los relatos de los niños y niñas que  
practican este juego: “el coyote es quien les lleva a los  
migrantes a Estados Unidos, es la persona quien les  
hace pasar la frontera”. En la descripción que hacen los  
niños/as sobre el rol del coyote, se da a conocer el ima-  
ginario social que tienen ellos sobre esta figura, para  
ellos él “es quien conoce el camino para llegar a Esta-  
dos Unidos”.  
Otro rol que se asume en el juego es el de migración,  
así se llama a la policía migratoria. Por lo general se  
requiere de cuatro personas que asuman este rol. Su  
función es vigilar la frontera, y “atrapar migrantes  
ilegales”. En el imaginario de las personas que juegan  
existen policías buenos y policías malos; los buenos a  
veces les dejan libres, y los malos son los que les llevan  
presos o les regresan a su lugar de origen, es decir, les  
deportan. Dentro del juego, el encuentro entre policías  
y migrantes es un verdadero enfrentamiento entre dos  
bandos, los unos son quienes vigilan, persiguen, atra-  
Como los niños/as indican: “la principal función que  
tiene el coyote es hacer cruzar la frontera”. Este es el  
objetivo principal del juego, pasar de la clandestini-  
dad al lugar en donde se puedan desarrollar sin ma-  
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pan migrantes, y los otros buscan un lugar para escon-  
derse, buscan no ser descubiertos. Si algún migrante es  
atrapado por la policía, este es el encargado de llevarles  
hasta la cárcel y cobrar una fianza para su liberación.  
predominante de aproximadamente 10 personas. Los  
migrantes son los principales actores del juego, son los  
que más se divierten. Las personas que participan del  
juego indican que: “ser migrante es más emocionante  
porque a la hora de correr se siente más la adrenalina”  
(Minchala 2015, Entrevista a un grupo de adolescentes  
en el barrio Jerez Calchur).  
El rol que más prefieren en el juego es el de ser mi-  
grante. En el juego, los migrantes conforman el grupo  
la construcción del habitus en el juego de la migra  
Como se había indicado ya, este trabajo pretende  
hacer un giro sobre la comprensión del juego. En ese  
sentido se entiende al juego como la forma de mani-  
festar el carácter lúdico de la vida cultural (Huizinga  
tal como se realiza en la experiencia de una condición  
que ocupa una posición determinada en esta estructu-  
ra: las más fundamentales oposiciones de la estructura  
de las condiciones (alto/bajo, rico/pobre, etc.) tienden  
a imponerse como los principios fundamentales de  
estructuración de las prácticas y la percepción de las  
prácticas (Bourdieu 2002, 170-1).  
2
007), y a la vez como un medio por el cual se repre-  
sentan los imaginarios sobre un hecho social, de esta  
forma, se supera la visión biologicistas y psicologistas  
con la cual muchas veces se entiende. Además, con-  
sideramos pertinente utilizar dos conceptos que nos  
sirvan como referentes teórico para analizar el juego  
de la migra. Nos referimos al habitus tal como lo for-  
mula Bourdieu, y a la construcción de los imaginarios  
sociales sobre la migración.  
Es ese sentido se entiende al habitus no como un siste-  
ma de formas y categorías universales, sino como “un  
sistema de esquemas incorporados que, constituidos en  
el curso de la historia colectiva, son adquiridos en el  
curso de la historia individual, y funcionan en la prác-  
tica y para la práctica” (Guerra 2010, 391).  
Otro aspecto a considerar es que este estudio sobre mi-  
graciones es visto “desde los que se quedan”, es un aná-  
lisis del habitus y los imaginarios sociales construidos  
por los sujetos que permanecen en el lugar de origen, o  
como se les denomina en los estudios sobre migración,  
es una análisis desde el enfoque de las “comunidades  
fijas” (Herrera, Carrillo y Torres 2005).  
Dentro del juego de la migra las personas que asumen  
los diferentes roles (coyote, policía, migrantes) son su-  
jetos que están atravesados por una estructura social  
migratoria, y a la vez son sujetos que con prácticas  
sociales como el juego, no solo reproducen sino que  
recrean las estructuras sociales.  
El concepto habitus emerge en el debate entre el es-  
tructuralismo y el subjetivismo. El primero sostiene la  
idea de la estructura social sin sujeto, y la segunda sos-  
tiene la idea de un sujeto sin estructura. En este senti-  
do Bourdieu plantea la noción del sujeto estructurado  
y estructurante, es decir un sujeto que es atravesado  
por las estructuras socioculturales en las que se desa-  
rrolla y a la vez reproduce o recrea esas estructuras so-  
ciales generando nuevas estructuras.  
Desde el concepto del habitus, es esta estructura so-  
cial migratoria la que se ha inscrito en el cuerpo de  
los sujetos que asumen los diferentes roles en el juego  
de la migra. El habitus se configura por un proceso de  
internalización de la exterioridad (de la estructura),  
la misma que luego se manifiesta en las prácticas so-  
ciales cotidianas (Guerra 2010). La exteriorización es  
una forma no solo de reproducir sino de recrear las  
estructuras. En el caso del juego de la migra se recrean  
los proceso migratorios dados de forma irregular. Es  
así como los sujetos que participan del juego de la mi-  
gra expresan las formas de pensar, los esquemas que  
han estructurado su subjetividad, las disposiciones de  
obrar, pensar y sentir sobre el proceso migratorio irre-  
gular, ya que han incorporado un orden social en sus  
cuerpos: son cuerpos-sujetos en los que se materializa  
la historia. De esta forma, los niños/as sueñan con ser  
Es así como se entiende al sujeto como una estructura  
estructurante, porque organiza las prácticas y la per-  
cepción de las prácticas, y a la vez es también estruc-  
tura estructurada, ya que incorpora dicha prácticas  
sociales. Esto es lo mismo que decir que inevitable-  
mente se encuentra inscrita en las disposiciones del  
habitus toda la estructura del sistema de condiciones  
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migrantes algún día, con esta afirmación no se preten-  
de hacer una lectura determinista ni trágica de dicho  
juego, más bien se busca hacer una crítica a la tram-  
pa que subyace al proyecto de la Modernidad, que no  
plantea otra opción sino la de ser migrantes a quienes  
viven la desesperanza y la pobreza.  
Se dice trampa del proyecto ya que muestra a Estados  
Unidos como el lugar de la esperanza y la superación  
de la pobreza, pero no resalta bajo qué condiciones –  
como la irregularidad y la falta de garantías de cum-  
plimiento de los derechos humanos– se puede acceder  
al mismo.  
LOS IMAGINARIOS SOCIALES EN EL JUEGO DE LA MIGRA  
Entendemos por imaginarios sociales a las “cons-  
trucciones mentales subjetivas de significación de la  
realidad, que se comparten socialmente” (Aliaga 2008,  
Para cruzar la frontera es indispensable contar con la  
mediación de un coyote. En el juego se evidencia la  
importancia que tiene el rol del coyote. Él es quien co-  
noce el camino y sabe cómo cruzar la frontera, los mi-  
grantes depositan en él toda su confianza. Es así como  
el coyote representa casi como a una especie de “super-  
héroe” que facilita el cumplimiento de hacer realidad  
el sueño americano.  
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). En este sentido, en el juego de la migra los sujetos  
muestran cómo ellos se imaginan el proceso migrato-  
rio irregular. Estos imaginarios han sido construidos  
por la influencia de diferentes factores como los relatos  
de los familiares que han migrado o de las personas  
que se han quedado (abuelo/a), producciones cultura-  
les como los videomusicales que abordan el tema de la  
migración, entre otros.  
Otro actor en el juego de la migra es la policía migrato-  
ria, quien no es alguien que los migrantes deseen que  
exista. En el imaginario social manifestado en el juego  
se evidencia que tienen claro que quienes migran se  
encontrarán de forma inevitable con la policía, el cual  
puede interrumpir el proyecto migratorio; es decir,  
conocen los riesgos de migrar de forma irregular. La  
policía migratoria representa al obstáculo que puede  
hacer que la realización del sueño americano se vea  
frustrado; es el mayor enemigo para los migrantes.  
En ese sentido, pensadores que reflexionan sobre la so-  
ciología de la vida cotidiana argumentan que “partien-  
do de un análisis de los micro escenarios, se pueden  
determinar las formas de reproducción particulares  
que posibilitan, a su vez, un análisis de la reproduc-  
ción social reflejada en las macro escenas” (Herrera,  
Carrillo y Torres 2005, 376).  
En el juego de la migra los imaginarios sociales están  
claramente definidos sobre tres aspectos: los roles, el  
espacio y el tiempo. En cuanto a los roles, los niños/as  
que practican el juego de la migra tienen la noción de  
que para que se dé el proceso migratorio irregular, o  
como dicen ellos “para irse por el camino”, debe existir  
un coyote, la policía migratoria y los migrantes, esta  
es una delimitación de actores que se hace dentro del  
juego.  
En cuanto a los espacios, en el juego de la migra está  
profundamente marcado el imaginario que tienen so-  
bre la frontera y sobre Estados Unidos. La frontera es  
el lugar de la clandestinidad donde hay que esforzarse  
mucho para poder cruzar, es el lugar en donde la poli-  
cía migratoria les puede atrapar. Mientras que el espa-  
cio que se delimita para representar a Estados Unidos  
en el juego es una cancha que tiene iluminación. Es  
así como a Estados Unidos se representa como el lugar  
iluminado donde se hace realidad el sueño de mejorar  
su calidad de vida y la de los que se quedan en el lugar  
de origen.  
La mayoría de niños/as que participan de este juego  
tiene preferencia por asumir el rol de ser migrante.  
El migrante es la persona que asume el reto de hacer  
realidad el sueño americano, representa al sujeto que,  
atravesado por la desesperanza y la pobreza, se deja  
seducir por la promesa de desarrollo y progreso que se  
ofrece al otro lado de la frontera. En este caso la fron-  
tera no es otra cosa que la división entre la concepción  
clásica de subdesarrollo y desarrollo.  
También vale hacer mención a la importancia y el sig-  
nificado que tiene el tiempo dentro del juego de la mi-  
gra. Este se desarrolla en dos tiempos: el cronológico y  
el ecológico. El tiempo cronológico de duración es de  
un mínimo de treinta minutos aunque no se determi-  
na hasta cuánto se puede alargar. De esa misma for-  
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ma, fuera del juego, en el proceso migratorio el tiempo  
cronológico es incierto, no se sabe cuánto tiempo se va  
a demorar en el camino la persona que migra de for-  
ma irregular. Por otro lado, el juego está determinado  
por un tiempo ecológico. Pritchard (1977) entiende el  
tiempo ecológico como a las circunstancias de la na-  
turaleza como la lluvia, la sequía, que determinan las  
actividades de los agricultores.  
Es así como “el juego se cambia en cosa seria y lo serio  
en juego” (Huizinga 2007, 21). En este sentido el juego  
de la migra, a más de manifestar las representaciones  
de los imaginarios sociales construidos en torno a la  
migración, permite develar cómo el proyecto de la  
Modernidad, disfrazado del sueño americano, coloni-  
za las formas de pensar, sentir y ser de los sujetos.  
Para una persona de la provincia de Cañar que anhela  
hacer realidad el sueño americano, Estados Unidos es  
el lugar del desarrollo, del éxito, es el lugar en donde  
la persona se puede afirmar como sujeto, porque acá  
–en su lugar de origen– no es nada, de este lado de la  
frontera, en el sur, no hay garantías para vivir bien. Así  
de astuto es el proyecto de la Modernidad que genera  
el imaginario de que los que nacen en el Sur no tienen  
espereza, y a la vez seduce con su idea de desarrollo y  
progreso.  
En este sentido, el juego de la migra se realiza al caer  
la tarde, cuando comienza a oscurecer, y en tiempo  
de chacra cuando las plantas de maíz están altas para  
poder esconderse. Las condiciones del tiempo ecológi-  
co representan que migrar de forma irregular implica  
viajar en la clandestinidad, en la oscuridad para no ser  
descubiertos por la policía migratoria, lo cual impli-  
ca asumir muchos riesgos: la vida misma se pone en  
riesgo.  
CONCLUSIONES  
El juego de la migra, considerado por algunos  
como “un juego de wambras no más”, permite eviden-  
ciar la construcción de los imaginarios sociales sobre  
la migración irregular. Los “wambras no más” son su-  
jetos atravesados por las estructuras sociales migrato-  
rias que han configurado el contexto sociocultural en  
el que se desarrollan. Son sujetos en cuyos cuerpos se  
inscribe una historia, se materializan procesos, en este  
caso migratorios. Por lo tanto, es algo que representa  
un fenómeno social real como es la migración irregu-  
lar y sus implicaciones, es un juego que representa la  
historia de quienes han sido exiliados por la pobreza y  
seducidos por el proyecto de la Modernidad disfraza-  
do en el sueño americano.  
desesperanza a la tierra en donde se hará realidad la  
promesa del sueño americano. En el imaginario de  
quienes practica el juego de la migra llegar a Estados  
Unidos significa una oportunidad para salir de la po-  
breza y vivir mejor.  
Desde una lectura más crítica nos atrevemos a decir  
que el sueño americano es un disfraz del proyecto de  
la Modernidad, que con la idea de desarrollo muestra  
a Estados Unidos como el lugar de las oportunidades.  
Así de astuto este proyecto que genera pobreza y des-  
esperanza en los países del Sur para seducir con la idea  
de desarrollo y progreso mostrando al Norte como  
el lugar del progreso. Es así como cruzar la frontera  
significa pasar del subdesarrollo al lugar de las opor-  
tunidades en donde se hace realidad la promesa de  
desarrollo.  
La acción de cruzar la frontera tiene una fuerte repre-  
sentación simbólica dentro del juego. Cruzar la fron-  
tera significa pasar del lugar de la clandestinidad y la  
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