Facultad de Derecho
pan migrantes, y los otros buscan un lugar para escon-
derse, buscan no ser descubiertos. Si algún migrante es
atrapado por la policía, este es el encargado de llevarles
hasta la cárcel y cobrar una fianza para su liberación.
predominante de aproximadamente 10 personas. Los
migrantes son los principales actores del juego, son los
que más se divierten. Las personas que participan del
juego indican que: “ser migrante es más emocionante
porque a la hora de correr se siente más la adrenalina”
(Minchala 2015, Entrevista a un grupo de adolescentes
en el barrio Jerez Calchur).
El rol que más prefieren en el juego es el de ser mi-
grante. En el juego, los migrantes conforman el grupo
la construcción del habitus en el juego de la migra
Como se había indicado ya, este trabajo pretende
hacer un giro sobre la comprensión del juego. En ese
sentido se entiende al juego como la forma de mani-
festar el carácter lúdico de la vida cultural (Huizinga
tal como se realiza en la experiencia de una condición
que ocupa una posición determinada en esta estructu-
ra: las más fundamentales oposiciones de la estructura
de las condiciones (alto/bajo, rico/pobre, etc.) tienden
a imponerse como los principios fundamentales de
estructuración de las prácticas y la percepción de las
prácticas (Bourdieu 2002, 170-1).
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007), y a la vez como un medio por el cual se repre-
sentan los imaginarios sobre un hecho social, de esta
forma, se supera la visión biologicistas y psicologistas
con la cual muchas veces se entiende. Además, con-
sideramos pertinente utilizar dos conceptos que nos
sirvan como referentes teórico para analizar el juego
de la migra. Nos referimos al habitus tal como lo for-
mula Bourdieu, y a la construcción de los imaginarios
sociales sobre la migración.
Es ese sentido se entiende al habitus no como un siste-
ma de formas y categorías universales, sino como “un
sistema de esquemas incorporados que, constituidos en
el curso de la historia colectiva, son adquiridos en el
curso de la historia individual, y funcionan en la prác-
tica y para la práctica” (Guerra 2010, 391).
Otro aspecto a considerar es que este estudio sobre mi-
graciones es visto “desde los que se quedan”, es un aná-
lisis del habitus y los imaginarios sociales construidos
por los sujetos que permanecen en el lugar de origen, o
como se les denomina en los estudios sobre migración,
es una análisis desde el enfoque de las “comunidades
fijas” (Herrera, Carrillo y Torres 2005).
Dentro del juego de la migra las personas que asumen
los diferentes roles (coyote, policía, migrantes) son su-
jetos que están atravesados por una estructura social
migratoria, y a la vez son sujetos que con prácticas
sociales como el juego, no solo reproducen sino que
recrean las estructuras sociales.
El concepto habitus emerge en el debate entre el es-
tructuralismo y el subjetivismo. El primero sostiene la
idea de la estructura social sin sujeto, y la segunda sos-
tiene la idea de un sujeto sin estructura. En este senti-
do Bourdieu plantea la noción del sujeto estructurado
y estructurante, es decir un sujeto que es atravesado
por las estructuras socioculturales en las que se desa-
rrolla y a la vez reproduce o recrea esas estructuras so-
ciales generando nuevas estructuras.
Desde el concepto del habitus, es esta estructura so-
cial migratoria la que se ha inscrito en el cuerpo de
los sujetos que asumen los diferentes roles en el juego
de la migra. El habitus se configura por un proceso de
internalización de la exterioridad (de la estructura),
la misma que luego se manifiesta en las prácticas so-
ciales cotidianas (Guerra 2010). La exteriorización es
una forma no solo de reproducir sino de recrear las
estructuras. En el caso del juego de la migra se recrean
los proceso migratorios dados de forma irregular. Es
así como los sujetos que participan del juego de la mi-
gra expresan las formas de pensar, los esquemas que
han estructurado su subjetividad, las disposiciones de
obrar, pensar y sentir sobre el proceso migratorio irre-
gular, ya que han incorporado un orden social en sus
cuerpos: son cuerpos-sujetos en los que se materializa
la historia. De esta forma, los niños/as sueñan con ser
Es así como se entiende al sujeto como una estructura
estructurante, porque organiza las prácticas y la per-
cepción de las prácticas, y a la vez es también estruc-
tura estructurada, ya que incorpora dicha prácticas
sociales. Esto es lo mismo que decir que inevitable-
mente se encuentra inscrita en las disposiciones del
habitus toda la estructura del sistema de condiciones
CÁLAMO / Revista de Estudios Jurídicos. Quito - Ecuador. Núm. 5 (Julio, 2016): 41-50
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