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Escuela de Derecho  
SOCIALISMO Y ADMINISTRACIÓN: UNA COMPARACIÓN ENTRE  
LAS PROPUESTAS DE WEBER Y DURKHEIM  
SOCIALISM AND ADMINISTRATION: A COMPARATIVE BETWEEN  
PROPOSAL OF WEBER AND DURKHEIM  
SOCIALISMO E ADMINISTRAÇÃO: UMA COMPARAÇÃO ENTRE  
AS PROPOSTAS DE WEBER E DURKHEIM  
Sofía del Carmen Velasco Ayala*  
Enviado: 19/10/2016  
Aceptado: 09/12/2016  
Resumen:  
Emilio Durkheim y Max Weber trataron en su obra el socia-  
lismo de diferente manera, sin embargo, llama la atención  
que un punto de confluencia entre ambos sea la participa-  
ción de un órgano o de un aparato administrativo para la  
completa realización de lo que cada uno planteó como so-  
cialismo. En el caso de Durkheim, podremos ver una postu-  
ra más esperanzadora, que encuentra confianza en el Estado  
y en la plena realización de un proyecto que beneficia a la  
sociedad como un todo y, a través de ello, al individuo. En  
el caso de Weber, la visión un tanto alarmante de la famosa  
In Weber’s case, the alarming presentation of his famous  
“iron cage” is evident when he talks about socialism. An  
increasing bureaucracy and administrative force seem clear  
in the Weberian horizon.  
Key words: Socialism; Central Administration; Weber;  
Durkheim; Burocracy; State.  
Resumo:  
Emilio Durkheim e Max Weber trataram em sua obra o so-  
cialismo de diferente modo, porém, chama atenção que um  
ponto de convergência entre ambos seja a participação de  
um órgão ou de uma máquina administrativa para a com-  
pleta realização do que cada um propôs como socialismo.  
No caso de Durkheim, poderemos ver una postura com  
mais esperança, que encontra confiança no Estado e na ple-  
na realização de um projeto que beneficia a sociedade como  
um todo e, através disso, ao indivíduo. No caso de Weber, a  
visão um pouco alarmante da famosa “jaula de ferro” não  
espera o momento do desenvolvimento do tema socialismo.  
Uma crescente burocracia e funcionalismo é o que se en-  
contra no horizonte weberiano.  
jaula de hierro” no se hace esperar al momento desarrollar  
el tema del socialismo. Una creciente burocracia y funcio-  
nariado es lo que se encuentra en el horizonte weberiano.  
Palabras clave: Socialismo; Administración Central; Weber;  
Durkheim; Burocracia; Estado.  
Summary:  
Emile Durkheim and Max Weber wrote about Socialism  
in different ways. However, they seem to agree in the  
participation of an organ or an administrative office for the  
fulfillment of what each of them called socialism. In the case  
of Durkheim, we can evidence a more hopeful position that  
seems to be confident with the State and a project that could  
benefit society as a whole, and through it, to the individual.  
Palavras chaves: Socialismo; Administração Central; Weber;  
Durkheim; Burocracia; Estado.  
*
Abogada por la Universidad Técnica Particular de Loja. Socióloga con mención en Desarrollo, Sociología y Ciencias Políticas, Pontificia Universidad  
Católica del Ecuador. Asistente de Asuntos Internacionales en CEAACES.  
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CÁLAMO / Revista de Estudios Jurídicos. Quito - Ecuador. Núm. 6 (Diciembre, 2016): 98-106  
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INTRODUCCIÓN  
Este comentario, de carácter teórico aplicativo,  
pretende comparar la conceptualización y el desarro-  
llo que dos autores realizan alrededor de un objeto de-  
terminado: el socialismo. Los dos autores serán Max  
Weber y Emilio Durkheim, quienes llegan a dar una  
conceptualización del socialismo propia partir de me-  
todologías propias, o, al menos, en base a estudios pro-  
pios alrededor de temas políticos articulados.  
Por un lado, es evidente que Durkheim realiza alrede-  
dor del socialismo una conceptualización y un proyec-  
to ideal para su aplicación inicial en sociedades con  
alta división social del trabajo, tras una reflexión sobre  
otras doctrinas etiquetadas como socialistas. Weber  
también realiza una conceptualización, pero, por otro  
lado, se centra en criticar el proyecto socialista de una  
sola vertiente, basándose en la creciente burocratiza-  
ción propia de la modernidad. Para poder desarrollar  
la pretensión previamente mencionada, en primer lu-  
gar, resulta útil exponer las ideas sobre el socialismo  
que plantea Durkheim, en cortos apartados. Poste-  
riormente, se hará lo propio con las ideas de Weber.  
Finalmente, el lector encontrará una conclusión que  
incluirá una comparación entre las dos visiones pre-  
sentadas y un corto comentario personal.  
Las ideas desarrolladas por los dos autores presentan  
una relación estrecha entre socialismo y organizacio-  
nes o cuerpos encargados del manejo de la econo-  
mía de una forma centralizada, por lo que será esta la  
base sobre la que se desarrollará el texto. Sin embar-  
go, habría que adelantar a qué panorama dirigen sus  
formulaciones.  
DURKHEIM Y EL DESARROLLO DE SU IDEA DEL SOCIALISMO  
En la última década del siglo XIX, Durkheim pu-  
blica dos obras de gran interés para el tema tratado: en  
Posteriormente, Durkheim expone cómo el Derecho  
Administrativo se encuentra más desarrollado en  
aquellas sociedades en que se evidencia un tipo social  
más elevado. (Durkheim, 1973). Sin embargo, recalca  
que aquellos órganos reguladores que el Estado ab-  
sorbe, son “solo aquellos que son de igual naturaleza  
que los suyos, es decir, que dirigen la vida general”  
(Durkheim, 1973, p. 190). En seguida menciona cómo  
las funciones económicas estarían fuera de esta atrac-  
ción, en un primer momento.  
1
893, La División Social del Trabajo y el artículo Sobre  
la Definición de Socialismo.  
En el capítulo VII de La División Social del Trabajo, al  
tratar la solidaridad orgánica y la solidaridad contrac-  
tual, se menciona cómo la complejidad de los cuerpos  
legales va aumentando. Es decir, cómo ciertas obliga-  
ciones impuestas por la sociedad al individuo se ex-  
ponen a través del aparato que constituye el derecho.  
En el tercer apartado, Durkheim trata sobre el derecho  
administrativo, el mismo que determina:  
Una sociedad más orgánica, según Durkheim, siente  
cuando en una de sus dependencias existe algún tipo  
de desperfecto, por lo que una falencia en un órgano  
social puede llegar a causar una perturbación de carác-  
ter público. Por lo tanto, el desarrollo del control por  
parte del Estado se vuelve imperativo para mantener la  
cohesión mediante la vigilancia a estas esferas cuya ac-  
tividad podría causar conmoción. También sería im-  
perativa la implementación y ejecución del Derecho, a  
través del cual dicho Estado actúa.  
[
…] en primer lugar, las funciones del órgano  
central y sus relaciones; en segundo lugar, las  
funciones de los órganos que están subordi-  
nados inmediatamente al precedente, las rela-  
ciones entre sí, con los primeros y con las fun-  
ciones difusas de la sociedad. Si continuamos  
tomando de la biología un lenguaje que, por  
ser metafórico no es menos cómodo, diremos  
que éstas reglamentan la manera de funcionar  
del sistema cerebro-espinal del organismo so-  
cial. En el lenguaje corriente, designamos a este  
sistema con el nombre de Estado. (Durkheim,  
En su artículo Sobre la definición de Socialismo, sienta  
las bases del concepto que Durkheim propone sobre ese  
objeto; sin embargo, un desarrollo más profundo, mas  
no dispar, es el realizado por el autor en el libro prime-  
ro de su texto El Socialismo de 1895. Para Durkheim, el  
1
973, p. 187).  
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socialismo “es un ideal” (Durkheim, 2010, p. 12). Por  
lo tanto, para la metodología durkheimiana, podría to-  
marse a éste como un hecho social.  
los que confluyen todas las doctrinas que reivindiquen  
el carácter de socialistas. Se puede ver que Durkheim  
busca una especie de media que represente estadísti-  
camente al socialismo, a través de la revisión a dichas  
doctrinas. Las características que obtiene se centran en  
Recordemos que los hechos sociales, según Durkheim,  
1
consisten en modos de actuar, de pensar, de sentir,  
un reclamo por la difusión en que se encuentran las  
exteriores al individuo, y están dotados de un poder  
de coacción en virtud del cual se imponen sobre él”  
funciones económicas, lo cual es comparado con una  
patología social presente.  
(
Durkheim, 1997, pp. 40-41). Entre tales hechos socia-  
les, Durkheim expone que los mismos son creencias  
y prácticas constituidas. Sin embargo, previamente  
se señaló que el Socialismo sería un ideal, por lo que  
parecería contradictorio señalarlo como un hecho so-  
cial. Sin embargo, Durkheim propone que “hay otros  
hechos que, sin presentar estas formas cristalizadas,  
tienen la misma objetividad y el mismo ascendiente  
sobre el individuo” (Durkheim, 1997, p. 42). Si bien el  
Socialismo es un ideal y no se ha realizado, las señales  
de que su formación se está dando son externas y dan  
cuenta de la existencia de formas de coacción al indi-  
viduo, como ocurre con el previamente detallado for-  
talecimiento del Derecho Administrativo. Es por las  
señales externas, coactivas con el individuo y propias  
del Socialismo, según el autor mencionado, que pode-  
mos llamar a aquél un hecho social. Como tal, sería  
menester explicarlo a través de otros hechos sociales,  
con lo que se podría entender de dónde proviene. Para  
aventurarse a ese proceso, lo primero que Durkheim  
hace (al igual que posteriormente en El Suicidio) es de-  
finir a la ‘cosa’ socialismo.  
El autor indica que “en un organismo en que el trabajo  
está dividido, las funciones no pueden dejar de estar  
difusas y ser consideradas organizadas más que si es-  
tán estrechamente en relación con el órgano central”  
(Durkheim, 2011a, p. 116). Por lo tanto, se define al  
socialismo como “una tendencia a hacer pasar, brus-  
camente o progresivamente, las funciones económicas  
del estado difuso en que se encuentran a un estado or-  
ganizado .” (Durkheim, 2011a, p. 117).  
Habría que aclarar que en el socialismo, según Dur-  
kheim, no habría una entrega completa de la vida eco-  
nómica a las manos del Estado, sino solamente una  
puesta en contacto. Con ello, los intereses económicos  
quedarían ubicados en un mismo rango que los polí-  
ticos; de esta forma, la marcha de los intereses econó-  
micos podría beneficiarse de las acciones dentro del  
campo político, sin que por ello implique la correspon-  
dencia con un interés de clase en un sentido marxista.  
Otra aclaración que hace Durkheim es que la lucha de  
clases o la preocupación por una mayor equidad entre  
las mismas, no sería parte esencial del socialismo. Para  
el autor, la mejora de las condiciones de los obreros  
sería consecuencia de la conexión que implicaría la de-  
finición inicial de socialismo. Esto, ya que en un estado  
de difusión, el capitalista solo se preocupa de sus inte-  
reses y el obrero recibe lo que el capitalista le asigna,  
estando el segundo solo en dependencia del primero y  
no de la sociedad. El papel moralizante otorgado al Es-  
tado dentro la relación entre el capitalista y el obrero,  
quedaría señalado. Esto cobra gran importancia en la  
visión de Durkheim y se puede ver a través de su obra.  
Un hecho social sería reconocido y propenso a defi-  
nición según sus manifestaciones externas; asimismo,  
definirlo como ‘cosa’ consistiría en aislarlo y explicar-  
lo. Parecería poco probable realizar esta operación; sin  
embargo, Durkheim propone que la manera de aislar  
a estos hechos sociales se daría a través de la estadís-  
tica, es decir, a través de la contabilización de las ma-  
nifestaciones propias de los hechos sociales. Si bien en  
Las reglas del método sociológico pone como ejemplos  
de hechos sociales para explicarlos como ‘cosas’ a sus  
representaciones en tasas de natalidad, matrimonio o  
suicidio, buscando una media que represente los mis-  
mos, extrañamente, procede a realizar lo propio con el  
hecho social socialismo.  
Para Durkheim solamente es el Estado el que podría  
lograr tener el papel de moderador para que los obre-  
ros tengan mejores condiciones. Solo con el accionar  
del Estado puede haber una inclusión del accionar  
económico con la vida colectiva. Por lo tanto, al res-  
Durkheim, tanto en el artículo de 1893 así como en su  
texto de 1895 define al socialismo tomando puntos en  
1
Difusión es definida simplemente como “la ausencia de organización” (Durkheim 2010, 29)  
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pecto del tratamiento que Durkheim da al socialismo, obreros y capitalistas. En este sentido, expone en Es-  
Anthony Giddens señala que el mismo se podría defi- critos Políticos, al igual que lo hace en La División del  
nir como,  
Trabajo Social, cómo el derecho sigue regulando otras  
relaciones, que antes eran ajenas a su accionar y cómo  
Una respuesta a la situación patológica en que se en- las mismas se van tornando más justas con el desarro-  
cuentra la división del trabajo en las sociedades mo- llo del Estado.  
dernas, y exige que se introduzca una reglamentación  
económica que reorganizará la actividad productiva El papel planteado para el Estado, de controlar o acer-  
de la colectividad. (Giddens, 1994, p. 171)  
car a su función las actividades económicas, radica  
en que, para el autor, es un órgano con capacidad “de  
darse cuenta de las necesidades generales de la vida  
común e impedir que no sean subordinadas a intere-  
ses particulares” (Durkheim, 2011b, p. 66), con lo cual  
asume que tiene un carácter imparcial. El papel aquí  
otorgado al Estado es consonante con el de la teoría  
del Contrato Social de Jean Jacques Rousseau, la misma  
que se basa en conceptos como la voluntad general y  
el bien común, a partir de los cuales el Estado estará  
Emilio Durkheim, según esta revisión y su  
concepción propia, insistiría en el papel del  
Estado como ente encargado de la solución y  
recomposición del cuerpo social, y menciona  
claramente que “no existe socialismo obrero  
que no reclame un desarrollo más considerable  
del Estado; no existe socialismo de Estado que  
desinterese a los obreros .” (Durkheim, 2010,  
p. 38). Con ello queda planteada la necesidad,  
tanto de un Estado más desarrollado, como  
una activa participación del conglomerado que  
resultaría beneficiado para solución de las pa-  
tologías presentes en las sociedades modernas.  
2
constituido como persona moral. (Rousseau, 2004).  
El interés por mostrar las fechas en que se publican  
las obras utilizadas para elaborar esta parte del ensa-  
yo, radica en que, al parecer, Durkheim, procurando  
una consonancia lógica así como atractivo político,  
Queda claro el papel central que Durkheim da al Es- conceptualiza y trata sobre el Estado entre 1900 y  
tado en el paso, sea radical o evolutivo, al socialismo. 1905 con mucha utilidad a lo previamente planteado  
Convendría entonces especificar en qué consiste. Se- por él.  
gún Durkheim, “El Estado propiamente dicho es el  
conjunto de cuerpos sociales que tienen el atributo ex- Por último, habría que señalar que para Emilio Dur-  
clusivo de hablar y actuar en nombre de la sociedad” kheim, el individuo no queda anulado frente a este  
(
Durkheim, 2011b, p. 61)  
crecimiento estatal. Por el contrario, adquiere más  
libertad con la proporción y protección de derechos.  
Durkheim da al Estado el papel de “órgano de la justi- Con ello, el papel de un Estado moderno se evalua-  
cia social” (Durkheim, 2011b, p. 64), es decir, le otorga ría según el imperio de la justicia que exista para cada  
una función eminentemente moral, lo que correspon- uno de los miembros de la sociedad que personifica.  
de con el papel señalado dentro de las relaciones entre (Durkheim, 2011b)  
MAX WEBER: SOCIALISMO Y BUROCRACIA  
El tratamiento que Weber da al tema del socialis- producción por parte del proletariado’ es una de las  
mo se relaciona directamente con lo que expone en sus tesis más comunes que se tiene presente al momento  
estudios sobre los tipos de dominación. Sin embargo, de pensar en socialismo, de la misma forma que ‘dic-  
al tema se refiere con amplitud en una conferencia dic- tadura del proletariado ’. Sobre este tema, Max Weber  
tada en 1918. Para contextualizar el tratamiento que presenta una pregunta que se relaciona con la sistema-  
Weber da al desarrollo del tema del socialismo, es ne- tización de esa apropiación, así como con tal supuesta  
cesario indicar que ‘La apropiación de los medios de dictadura. La pregunta que plantea es “¿Quién tendría  
2
“Si el Estado o la ciudad no es más que una persona moral, cuya vida se fundamenta en la unión de sus miembros, y si el más importante de sus cuida-  
dos es el de su propia conservación, le es preciso una fuerza universal y compulsiva para mover y disponer cada parte del todo que convenga más a la  
totalidad” (Rousseau 2004)  
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que ser entonces el que se hiciera cargo de esta nueva  
economía y tomara su mando?” (Weber, 1991, p. 338)  
un principio de selección de obreros, cuyo trabajo sea  
lo más provechoso en condiciones laborales, en las  
cuales la remuneración se encuentre basada en el pago  
de un salario a destajo. (Weber, 1991).  
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que entre los  
tipos de dominación que describe Weber, se encuentra  
la dominación legal burocrática, desarrollada dentro  
de la administración específicamente moderna que es  
el Estado. Si es que relacionamos la pregunta que se  
hace Weber con lo expuesto previamente, cabe enton-  
ces hacerse una nueva pregunta: ¿Cuál es la relación  
que Max Weber encuentra entre socialismo y buro-  
cracia? Para poder entender esta relación, es necesario  
Frente a esta situación, en que existe un dominio de las  
cosas sobre las personas y un acuerdo en que se pue-  
de verificar una presión del sistema mismo, habría que  
revisar qué plantea sobre el socialismo.  
Para definir al socialismo, Weber explica que sería am-  
pliamente lo mismo que economía colectiva; esto es:  
3
partir del análisis de sus obras El Socialismo , Los tipos  
de dominación y La política como vocación.  
Un tipo de economía en que, en primer lugar,  
no existiría el afán de lucro, o sea, en que no  
ocurriría que los empresarios seguirían diri-  
giendo la producción por su propia cuenta y  
riesgo. En lugar de ello estaría en manos de  
funcionarios de una colectividad nacional, que  
se harían cargo de la dirección. En segundo  
lugar desaparecería obviamente la así llamada  
anarquía de la producción, esto es, la compe-  
tencia entre empresarios. (Weber, 1991, p. 323)  
En su conferencia El Socialismo, Weber basa sus ar-  
gumentos en el Manifiesto del Partido Comunista de  
Marx y Engels. A este escrito le encuentra un carácter  
profético, ya que augura el ocaso de la economía priva-  
da, de lo que se suele llamar la organización capitalista  
de la sociedad, y vaticina la sustitución de ésta, en un  
primer momento, por una dictadura del proletariado  
de carácter transitorio. (Weber, 1991).  
El autor en cuestión explica que los partidos que se  
inclinan por el socialismo son demócratas, siento la  
democracia una condición en que “no existe ninguna  
desigualdad formal en cuanto a los derechos políticos  
entre las distintas clases de la población” (Weber 1991,  
Para llegar a ese tipo de economía, los partidarios  
del socialismo han expuesto tesis que dan cuenta del  
hundimiento de la sociedad capitalista, tales como la  
creación de más pobreza, nombrada como constante  
pauperización; el menor número de capitalistas, así  
como la mayor acumulación realizada por cada uno  
de ellos; y las repercusiones de la crisis como el exceso  
de producción y depresiones. Estas tesis estarían reem-  
plazándose por otras, que son discutidas y rebatidas  
por Weber.  
3
28). Queda asentado, entonces, sobre qué condición  
política se implantaría el socialismo.  
Un primer momento, según señala Weber en su confe-  
rencia, del paso hacia el socialismo sería la emergencia  
de una dictadura del proletariado. Ya que esa dicta-  
dura del proletariado resultaría solo transitoria, We-  
ber explica que el Manifiesto nombra a una posterior  
asociación de individuos cuya naturaleza es incierta.  
A esta democracia y, específicamente, a la democracia  
de masas, Weber le pone como sombra inevitable la  
Una primera tesis hace referencia a la socialización de  
la economía. Weber entiende a esa socialización como  
la forma de fortalecimiento de la sociedad anónima en  
la que ya no hay el poder de un solo empresario, sino  
de los accionistas. Sin embargo, llega a explicar que  
ello en realidad no implica una desconcentración, ya  
que sigue ostentando mayor poder quien posee más  
acciones. En fin, lo que está creciendo y a lo que se está  
llegando no es a una dictadura del proletariado, sino  
del funcionariado que por tal sistema, de constante y  
ascendente necesidad de un manejo administrativo,  
4
creciente implementación de la burocracia.  
Habría que señalar que Weber expone como base his-  
tórica del surgimiento del socialismo moderno al de-  
sarrollo de la disciplina fabril, que estaría articulada  
con una moderna empresa industrial, asentada sobre  
3
4
Conferencia transcrita que fue impartida el 13 de junio de 1918.  
Siendo burocracia “un aparato administrativo utilizado por la forma de dominación legal más pura” (Weber 2007b, 72). Al mismo tiempo, es descrito el  
Capitalismo, como “la base más racional sobre la que la burocracia puede haber” (Weber 2007b, 80).  
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sería el sector que más crece, y que por lo tanto, se en-  
contraría a cargo de la producción.  
Para responder la pregunta planteada, Weber toma  
como base lo que expone el Manifiesto del Partido Co-  
munista sobre el sindicato y el partido político.  
En segundo lugar se ubica la tesis sobre el reforza-  
miento de la conciencia y unidad de la clase obrera  
por la implementación de nuevas máquinas y el con-  
siguiente descontento creciente de los obreros. Frente  
a esto, Weber expone que, como consecuencia de la  
implementación de nuevas maquinarias, no existe se-  
guridad de que los obreros adquieran una conciencia  
de clase, ni que exista la potencialidad de unificación  
de los mismos en contra de las nuevas condiciones  
enfrentadas. La consecuencia de tal implementación  
sería un creciente odio individual por parte de cada  
obrero hacia la figura de autoridad más cercana que  
encuentre durante la realización de sus labores; es de-  
cir, no un odio hacia los capitalistas por parte de los  
obreros, sino uno por parte de cada obrero hacia su  
capataz.  
Por un lado, acerca del partido político, Weber ex-  
plica que incluso en opinión de algunos círculos so-  
cialdemócratas, su partido ha sido víctima de esta  
burocratización (Weber, 2007a, p. 131). Así, en Los  
tipos de dominación, habla constantemente de la pre-  
sencia de la burocracia en los partidos políticos y del  
hecho de que los funcionarios de los partidos y de  
los sindicatos necesiten conocimiento especializado,  
aunque sea conseguido por la experiencia (Weber,  
2007b, p. 75).  
No se podría decir que va a existir apropiación por  
parte de los burócratas de los medios de producción,  
algo que se supone para el socialismo, iba destinado al  
proletariado. Esto, ya que entre las características del  
burócrata, se encuentra la de la separación que existe  
entre éste y los medios administrativos. No hay por lo  
tanto, apropiación por estos funcionarios, según We-  
ber, ni del cargo, ni de los medios administrativos, por  
ende, no habría apropiación de lo administrado.  
En tercer lugar, otra razón para dar cuenta de ese paso  
hacia la economía socialista estaría en “el argumento  
de la creciente estandarización, es decir, de la homo-  
genización de la producción” (Weber, 1991, p. 335), es  
decir, de los métodos más similares entre negocios, y  
así una menor difusión, con lo cual los negocios que-  
darían más esquematizados. A ello, Weber responde  
con que lo que aumenta con la homogenización, sería  
de nuevo la homogenización del funcionariado, es de-  
cir, la existencia de una clase en cuyo cargo quedaría la  
dirección de la producción.  
Por otro lado tenemos la opción del manejo de los  
medios de producción dada por los sindicatos. Pero  
Weber explica claramente la imposibilidad de que  
ellos asuman este papel en la economía. Vale citar  
completamente lo que señala sobre los sindicatos:  
¿
De dónde esperan los sindicalistas poder re-  
Ahora bien, Weber pone una explicación que valdría  
citar completamente, tomando en cuenta que habla de  
nuevo sobre la evolución en la economía sobre la que  
argumentan los socialistas:  
clutar los elementos que deben hacerse cargo  
de la dirección de la producción? Pues, lógi-  
camente, sería un grave error creer que un  
sindicalista, por muy adiestrado que esté, por  
muchos años que haya estado trabajando y  
por muy bien que conozca las condiciones de  
trabajo, sólo por eso domina ya el sistema de  
producción como tal, siendo así que la produc-  
ción industrial moderna se basa en el cálculo  
de costes, en la mercadotecnia, en el conoci-  
miento de la situación de la demanda, en la for-  
mación profesional técnica –cosas todas ellas  
que requieren una experiencia cada vez más  
especializada y que los sindicalistas, los verda-  
deros obreros, no tienen, sencillamente, posi-  
bilidad ninguna de aprender-. De manera que,  
lo quieran o no, tampoco ellos pueden prescin-  
dir, por su parte, de no-obreros, los ideólogos  
Vamos a suponer que la economía, por el ca-  
mino de una progresiva evolución, esto es, de  
la cartelización, estandarización y dirección  
a cargo de funcionarios, se viera configurada  
de tal forma que, en un momento dado, fuera  
técnicamente posible implantar una reglamen-  
tación que eliminara por completo al empresa-  
rio y viniera a ocupar el puesto de la economía  
empresarial privada de hoy, es decir, de la pro-  
piedad privada de los medios de producción.  
¿
Quién tendría que ser entonces el que se hi-  
ciera cargo de esta nueva economía y tomara su  
mando? (Weber, 1991, pp. 337-338)  
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provenientes de las clases intelectuales. (Weber,  
991, pp. 341-342)  
una posesión individual de los medios de subsistencia;  
sin embargo insiste en que la separación de los indi-  
viduos de los medios de producción sigue persistien-  
do en cualquier caso: “Mientras existan minas, altos  
hornos, ferrocarriles, fábricas y máquinas, nunca será  
propiedad de uno solo o de varios obreros” (Weber,  
1991, p. 318).  
1
Frente a la presencia de burócratas, dentro de los par-  
tidos políticos, así como en los sindicatos, otra opción  
de especialistas que se podría conservar para la admi-  
nistración de los medios de producción serían los em-  
presarios. Weber encuentra al empresario capitalista  
como la única instancia realmente inmune frente al  
carácter inevitable de la dominación del conocimiento  
racional burocrático (Weber, 2007b, p. 82).  
No se puede pensar en prescindir de tales funcionarios  
especializados ni en la superación de los mismos, ya  
que la burocracia o quien ostente el poder que hace  
uso de ella, “tiende a seguir incrementando el mismo  
con el conocimiento derivado de la experiencia en el  
servicio .” (Weber, 2007b, p. 81).  
Por otro lado, explica que en el experimento socialis-  
ta las ideas un tanto románticas del socialismo llaman  
la atención a algunos intelectuales que se prestan para  
aquél, por lo que podría haber una participación de  
los mismos.  
Por otro lado, Weber describe al capitalismo como la  
base económica más racional sobre la que la burocracia  
puede existir en una forma más pura, y que en el caso  
del socialismo, lo que queda es crear una administración  
burocrática rigurosa, con reglas formales aún más fir-  
mes. Explica que “cualquier socialismo racional acepta-  
ría la burocracia y la aumentaría”. (Weber, 2007b, p. 80).  
Sin embargo, y regresando a lo previamente planteado,  
quienes estarían capacitados para permanecer a cargo  
de las empresas serían los mismos empresarios porque  
sólo ellos poseen los conocimientos técnicos necesa-  
rios. (Weber, 1991, p. 343)  
Al observar la relación que Weber hace sobre el nivel  
de racionalidad de la burocracia, estrechamente liga-  
da con el nivel de racionalidad del capitalismo; y, por  
otro lado, considerando que “nunca ni en ninguna  
parte puede darse una sociedad socialista antes que la  
sociedad burguesa haya alcanzado su plena madurez”  
(Weber, 1991, p. 345), se tiene que, en consecuencia, la  
burocratización seguirá creciendo, acompañando a tal  
proceso de maduración.  
Así vemos, que a fin de cuentas no se da precisamente  
una ‘dictadura del proletariado ’, tomando en conside-  
ración los argumentos que Weber nos proporciona.  
Como se explicó anteriormente, “la burocratización es  
en todas partes la sombra inevitable de la democracia  
de masas” (Weber, 2007b, p. 83). De acuerdo a Weber,  
la ausencia de la burocracia se podría dar si se diera  
A MODO DE CONCLUSIONES  
Al presentar las propuestas que sobre el socialis-  
mo hacen Emilio Durkheim y Max Weber, es factible  
evidenciar un punto especial de conexión. Éste es la  
centralidad que adquiriría una organización específica  
con el arribo a este modo de producción. En el caso de  
Durkheim, la importancia central que otorga al papel  
del Estado –un Estado bastante idealmente constitui-  
do–se relacionaría con un buen manejo de las funcio-  
nes económicas, para que así los obreros y los mismos  
empresarios se beneficien de un derecho forjado en  
favor de sus intereses y bienestar.  
manejo técnico necesario y especializado, es decir, se  
estaría hablando de la dominación racional burocrá-  
tica. La administración de los medios de producción  
implicaría que crezca un aparato burocrático pertene-  
ciente al Estado, a los partidos políticos, al sindicato, o  
a quien lo detente en nombre del proletariado.  
Por lo tanto, podríamos decir que ambos autores lle-  
gan a un mismo punto, es decir, en que el socialismo  
implica una conexión mayor de la economía con un  
órgano central:  
En el caso de Weber, la organización que crecería tie-  
ne gran relación con una organización ejecutora de un  
Ambos definen al socialismo de manera muy similar,  
esto es, como una doctrina específicamente moderna  
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que oponiéndose a las teorías que proclaman la auto-  
rregulación del mercado, pregona una organización  
planificada de la economía. (Inda, 2009, p. 115).  
que Durkheim plantea un proyecto ideal de socialismo  
alrededor de una concepción propia de Estado mien-  
tras Weber realiza la crítica a un proyecto previamente  
planteado desde una sola postura.  
Sin embargo, Durkheim llega a enunciar la acción del  
Estado de una forma esperanzadora, como un órgano  
imparcial, y directamente menciona que éste no sería  
una organización de clase, en sentido marxista. Mien-  
tras Weber formula la tesis acerca de la acción del Es-  
tado o de una entidad central, en un sentido menos  
esperanzador, aunque también imparcial, pero más  
cercano a la fórmula de la inevitable “jaula de hierro”.  
La dominación racional burocrática terminaría sien-  
do la que adquirirá más preponderancia con la llegada  
del socialismo, no necesariamente apropiándose de  
los medios de producción, pero sí creciendo conside-  
rablemente y detentando su manejo práctico, después  
de todo. En cierto sentido, es un cable a tierra para las  
proposiciones que realiza Durkheim sobre el tema; la  
visión weberiana es mucho más operativa.  
Personalmente, considero a la formulación de Dur-  
kheim como muy ordenada y lógicamente formulada,  
y apegada a su metodología, pero para llegar a un pun-  
to ideal. Si bien Durkheim menciona que el socialismo  
es un ideal, al utilizar una figura de Estado, también  
ideal, pero afín a teorías como la del Contrato Social  
que se acercan a un “deber ser” antes que a un “ser”  
para llegar a concretar su propuesta, parece alejarse  
de un proceder imparcial, en el que procura mantener  
claro el seguimiento de su metodología, pero al mismo  
tiempo la fuerza, encontrando manifestaciones exter-  
nas que no presentan las mismas características esta-  
dísticamente mesurables, como sí lo tienen los otros  
fenómenos a lo que cataloga como hechos sociales.  
En el lado de Weber, al establecer casi todo lo que debe  
decir sobre el socialismo en una conferencia con un  
público al cual agradar, es claro que está adoptando  
una postura contraria al socialismo, aunque más bien,  
a lo que sobre él se dice, para atacar a las ideas plan-  
teadas presentando el posible futuro de las mismas,  
encaminadas en una racionalización creciente en que  
considera, está la vida moderna. Por lo tanto, aprisiona  
su postura en una visión desilusionante y técnica, así  
como afín a una preferencia de administración bur-  
guesa.  
Por otro lado, hay que tener en cuenta que Weber plan-  
tea casi todas sus críticas a la organización de la eco-  
nomía socialista alrededor de un solo texto: El Mani-  
fiesto del Partido Comunista; Durkheim toma muchas  
más bases e incluso saca un tipo medio entre todas las  
doctrinas socialistas para así obtener un concepto de  
socialismo, respondiendo a su propia metodología.  
Sin embargo, habría que recordar a qué se refieren  
cada uno de ellos, como planteamos al inicio; es decir,  
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